Por esta vez me voy a permitir publicar un artículo que no tiene relación alguna con locales comerciales, pero sí con la arquitectura del entretenimiento y la cultura.
San Francisco es una de mis ciudades favoritas y no escapa a esta categoría de favoritos el SFMOMA (San Francisco Museum of Modern Art), no solo por su arte, sino por su arquitectura también. Mario Botta fue, en mi época de estudiante de arquitectura, uno de mis arquitectos preferidos.
El SFMOMA reabrió sus puertas, después de 3 años de renovaciones, incluyendo una extensión del museo realizada por el estudio noruego SnØhetta. Una extensión que “se sube a caballito” del edificio original diseñado por Mario Botta. Cuando Mario Botta diseñó la nueva sede para el SFMOMA, en 1988, su intención era crear un edificio insignia que tuviera fuerza emblemática para la ciudad.
http://www.dwell.com/video/art/sn%C3%B8hettas-sfmoma-expansion
La extensión del estudio SnØhetta se asienta detrás del edificio de Botta dándole casi 3 veces más capacidad para espacio de galerías al museo.
La expansión, de casi 22.000m2, incluye 7 pisos de espacios de galerías y 3 niveles para los departamentos de administración, levantándose por encima de la caja de ladrillo rojo de Botta.
Snøhetta apuntó a respetar la estructura original, que fue recibida fríamente por los críticos cuando recién abrió. “Estábamos muy interesados en convertirnos en la pareja de baile,” le dijo Craig Dykers, socio de Snøhetta a la revista Dezeen. “No quieres copiar a tu pareja de baile, quieres complementarlo para no pisar los pies del otro.”
La extensión de la cara Este está compuesta por paneles de fibra de vidrio cuya forma proviene de moldes realizados con poliestireno expandido reciclado (se molieron placas con una máquina especial), formando un patrón de olas, influenciados por la topografía de agua y niebla de la costa de San Francisco.
“Cuando miras al edificio tiene una forma ondulante que imitan las colinas de la ciudad” dice Dykers. “También pareciera representar el clima marítimo de la ciudad.”
“El color blanco refleja la luz y da luminosidad a una ciudad que muchas veces pareciera gris por la lluvia y neblina.”, agrega.
Desde el Oeste la extensión parecería descansar sobre los hombros del edificio de Botta, como siendo llevado “a caballito”.
Una escalera exterior nos lleva hacia la entrada principal. Este espacio dirige el paso desde el edificio original, donde una escultura móvil de Alexander Calder cuelga por encima de una escalera monumental que reemplaza a la original y nos conecta con la nueva sede.
En la parte trasera, una escalera de madera de arce lleva a los visitantes hacia las galerías diseñadas por Snøhetta. Estos espacios son flexibles para que los curadores puedan adaptarlos utilizando paredes temporales.
Bienvenido MOMA nuevamente a la ciudad de San Francisco!!
Muy interesantes. Buenas fotos
Muchas gracias!